La expansión constante del universo se refiere al concepto de que el universo ha estado expandiéndose desde su origen en el Big Bang y continúa haciéndolo hoy en día. Este fenómeno fue primero observado por Edwin Hubble en 1929, cuando descubrió que las galaxias se están alejando de nosotros y que cuanto más lejos están, más rápido se alejan. Esta observación llevó a la formulación de la Ley de Hubble, que establece que la velocidad a la que una galaxia se aleja es proporcional a su distancia de nosotros.


Inicialmente, se pensaba que la expansión del universo podría estar desacelerándose debido a la gravedad que actúa sobre la materia en el universo. Sin embargo, en 1998, los astrónomos descubrieron, a través del estudio de supernovas distantes, que la expansión del universo no solo no está desacelerándose, sino que está acelerándose. Este descubrimiento llevó a la introducción del concepto de energía oscura, una forma de energía que parece contrarrestar la gravedad y empujar el universo a expandirse a un ritmo creciente.

La idea de una expansión constante y acelerada del universo tiene profundas implicaciones para la cosmología y nuestra comprensión del destino final del universo. Si la energía oscura continúa impulsando la aceleración de la expansión, el universo podría expandirse indefinidamente, enfriándose y diluyéndose con el tiempo, lo que llevaría a un escenario conocido como el "Gran Desgarro" o el "Big Freeze". Sin embargo, la naturaleza exacta de la energía oscura y su impacto a largo plazo sobre la expansión del universo siguen siendo áreas activas de investigación científica.