Los planetas extrasolares, o exoplanetas, son como las piedras preciosas del universo, dispersas entre las vastas noches estrelladas. Descubrirlos es como encontrar tesoros escondidos en el lienzo oscuro del cosmos. Son mundos distantes que orbitan estrellas más allá de nuestro propio sistema solar, algunos tan extraños que desafían nuestra imaginación, otros tan parecidos a la Tierra que encienden la esperanza de encontrar vida más allá de nuestro planeta natal.


Desde el primer destello de un exoplaneta en 1992, los astrónomos han abierto una ventana fascinante hacia la diversidad planetaria, utilizando métodos ingeniosos para desentrañar sus secretos. Al estudiar estos mundos lejanos, no solo expandimos nuestra comprensión del universo, sino que también alimentamos nuestras preguntas más profundas sobre nuestro lugar en él. Los exoplanetas nos desafían a soñar con posibilidades infinitas, desde exóticos gigantes gaseosos hasta pequeñas rocas errantes en la oscuridad cósmica, y nos inspiran a buscar respuestas a las preguntas más fundamentales sobre la naturaleza de la vida y la formación de mundos.